La frescura, la agilidad y en especial la naturalidad con la que escribe Allice Kellen hace que leerla sea una delicia. Tensión y divertidas discusiones, tiras y aflojas verbales... Los personajes de Allicen Kellen están llenos de fuerza y de vida! Mike, Rachel, Jason y Luke se conocieron a los siete años y, desde ese momento, fueron inseparables. No había nada que pudiese romper su amistad, ni siquiera el violento padrastro de Mike. Sin embargo, cuando un día él aparece en casa de Rachel en plena madrugada con el rostro magullado, ambos se dejan llevar por esa atracción que siempre ha estado ahí. Pero después de esa noche, lo impensable sucederá y la realidad golpeará duramente a Rachel cuando un trágico suceso sacuda su vida y, además, descubra que Mike la ha traicionado. A partir de entonces, los cuatro tomarán caminos separados. Años más tarde, Rachel vive con su gato Mantequilla y ha cambiado mucho. Ya no existe ningún parecido entre la chica inocente que un día fue y la joven arisca y desconfiada en la que se ha convertido. Mike, la persona que ella más quiso, le enseñó una lección que no piensa olvidar. Por eso, cuando está a punto de ser desahuciada de su piso de alquiler y se tropieza de nuevo con esos tres chicos que marcaron su infancia y su adolescencia, lo último que desea es dejarse convencer para irse a vivir con ellos. Es cierto que no ha dejado de echar de menos a Jason y Luke, pero ¿qué ocurrirá con Mike? ¿Podría llegar a perdonarle? ¿Existe la posibilidad de recuperar su amistad? Y lo más importante, ¿es capaz de no volver a enamorarse de ese chico de ojos grises que ya le rompió el corazón una vez?
