«Y al volver cargada de bolsas a mi habitáculo, por las calles desangeladas de West Philadelphia al anochecer, entre gasolineras y establecimientos de lavado de coches, pienso que este país, salvo las dos o tres ciudades emblemáticas que tanto gustan a todos, es una extensísima superficie untable, fabricada con aceites y grasas de dudosa calidad.»