La búsqueda de Dios, escribe el autor, forma parte de nuestro deseo de infinitud, el cual nace de nuestro corazón y no queda colmado por las expectativas racionales que, en un mundo dominado por la economía y la tecnología, nos condena a una vida gris sin perspectivas, carente de poesía y grandeza. Por ello, uno de nuestros anhelos sigue siendo –todavía hoy en el siglo XXI– la trascendencia: el sentimiento de que somos algo más grande que un simple animal mortal. Antonio Fornés señala que creer es una decisión válida que depende de nuestra voluntad y que no es menos digna y fundamentada racionalmente que la de no creer, hoy tan en boga. Un libro que dará nuevos argumentos a quienes creen.