Enrique Gavilán ha escrito un libro sincero, emotivo, absorbente… La vocación y el entusiasmo iniciales, el deseo de poner a los pacientes por delante de todo, de rechazar las presiones de las farmacéuticas… Todo eso de repente se trunca. Como dice Rafa Bravo: “Vas a adentrarte en lo que un profesional escribió como terapia, recordatorio, apunte de una situación difícil, en una profesión difícil y en un momento difícil de nuestra historia reciente; pero no temas, vas a disfrutar, ¡de verdad¡, porque te puedes encontrar reflejado, porque te darás cuenta de las grandezas y miserias de una profesión…”
Ilustrado por Mónica Lalanda.