Una forma de autoestima muy positiva es concederse el derecho a llorar y a reir. Por condiciomamientos de diversos orígenes, especialmente familiares, una persona puede llegar a negarse sus propias emociones, bloquear su vida emocial como si no tuviera derecho a sentir, reconocer y respetar sus sentimientos. Práctica oriental de psicología positiva.