Una obra inspiradora, bellísima, un pequeño tesoro en el que John Fowles ("El coleccionista") desvela cómo la naturaleza y lo salvaje ha influido en sus grandes novelas.
Publicada por primera vez en 1979, «El árbol», una de las pocas obras en las que el novelista John Fowles exploró el género ensayístico, supone una reflexión enormemente provocativa sobre la conexión entre la creatividad humana y la naturaleza, además de un poderoso argumento contra la censura de lo salvaje. Para ello Fowles recurre a su propia infancia en Inglaterra, en la que se rebela contra las estrictas ideas de su padre, que vive obsesionado con la «producción cuantificable» de los árboles frutales, y en su lugar decide abrazar la belleza de la naturaleza no modificada por el hombre.