A pesar de lo que puede sugerir ese título, el Bajísimo es Dios, según se indica cuando se cuenta el cambio de vida de San Francisco de Asís: «Ni Dios padre con sus tambores, ni el Altísimo con su voz de rayo. Sólo el Bajísimo que susurra al oído del durmiente, que habla como sólo él puede hablar: en voz muy baja. Un jirón de sueño. El piar de un gorrión. Y eso basta para que Francisco renuncie a sus conquistas y regrese a su país. Unas palabras llenas de sombra pueden cambiar la vida». ´Christian Bobin es para mí el escritor más grande de su generación, que es la mía, el más dotado, el más original, el más libre -al margen de las modas-; uno de esos raros escritores que nos ayudan a vivir´. Andre Comte Sponville.