Se trata de una de las obras más interesantes del novelista porque mantiene un triple diálogo histórico-literario: con la propia obra galdosiana, manifestando una deuda textual evidente. En segundo lugar, con la novela europea decimonónica contemporánea del autor, a través del tema del lamentable estado de la educación. Por último, con la literatura clásica española, y el buen lector descubre las relaciones con la novela cervantina, o, sobre todo, con la picaresca.