La historia de España después de la guerra contra Napoleón es confusa, quizás por cambiante, pero crucial para atender el presente: se dan numerosos giros, revoluciones. Algaradas, en periodos que a veces no iban más allá de unos meses, como el poco conocido episodio del exilio liberal, primer éxodo político de españoles enfrentados entre sí. Y allí donde no llega el historiador mediante documentos, tal vez pueda contribuir la literatura. Con El fuego de la libertad, el hasta ahora poeta Cesar Cortijo (Madrid, 1965) se da a conocer como novelista. El texto, que resultó finalista del Premio Azorín de 2016, es una ficción histórica que se desarrolla en el primer tercio del siglo XIX en España y en Londres, allí donde el nacimiento de las pasiones políticas y personales llevó a generaciones enteras de los que lucharon por la libertad, su ideal político, al exilio. Esta es al historia de Matilde Manzano o Gastambide, menos heroica que Mariana Pineda, menos derrotada y cínica que el Fabricio lampedusiano, y que vivió a salto de mata como una hija de la revolución española, sobreviviendo a los desastres de unos tiempos convulsos tan parecidos, a su manera, a estos de hoy.