Gracias a las pocas pﾃ｡ginas que en su momento le dedicamos Jean-Franﾃｧois Botrel y yo mismo, la personalidad del librero Francisco de Moya se fue dibujando poco a poco, sacﾃ｡ndolo del ostracismo en el que se encontraba junto con otros libreros del momento. Pero ha sido el hallazgo de nueva documentaciﾃｳn encontrada en los archivos y hemerotecas locales y nacionales, lo que nos ha permitido volver sobre su gura, reconstruyendo la historia del negocio, su actividad como librero y las estrategias comerciales que siguiﾃｳ, asﾃｭ como algunos rasgos de su propia personalidad. Conocemos asﾃｭ sus primeros pasos en el mundo de los libros, en el que destacﾃｳ por sus propuestas empresariales y comerciales: desde la creaciﾃｳn de la librerﾃｭa, la de un gabinete de lectura, y una biblioteca de lectura a domicilio, hasta la utilizaciﾃｳn de modernas estrategias publicitarias. Sabemos tambiﾃｩn de sus actividades empresariales en el mundo de la ediciﾃｳn y de sus viajes por las principales capitales europeas con la nalidad de aplicar en su establecimiento las innovaciones de la industria tipogrﾃ｡ ca y las novedades editoriales. Por otra parte, su posicionamiento en torno a cuestiones como la religiﾃｳn, la instrucciﾃｳn pﾃｺblica o la polﾃｭtica, denotaban una personalidad de contrastada espiritualidad, de una marcada sinceridad y rectitud, y de fuertes valores ﾃｩticos y morales. En este sentido, su inclinaciﾃｳn hacia la tolerancia, su amor por el estudio, su bﾃｺsqueda constante de la verdad, su compromiso social y moral con los mﾃ｡s desfavorecidos, o su abnegaciﾃｳn y esfuerzo por contribuir al desarrollo de la vida nacional y de la humanidad, lo llevaron en los aﾃｱos cincuenta hasta la democracia y el krausismo. Todo lo cual, da cuenta de la excepcionalidad de nuestro personaje.
