Un hombre aparece como una enigmática sombra en medio de un grupo de veraneantes en un paisaje cercano a los Alpes. Un corresponsal de guerra expone sus tribulaciones en un discurso incontenible. Un mensajero escribe una carta desesperada en la cual narra sus experiencias, trabajos y contemplaciones, así como su paso por un centro psiquiátrico. Un viajante conoce a una singular exiliada. Alguien que ha guardado riguroso silencio de repente rompe a hablar. Son personajes medulares, manojos de pulsiones y pasiones, unidos entre sí por hilos a veces ocultos que recorren y dan unidad a los cinco relatos del libro. Además, en todos está presente como telón de fondo Europa, una Europa imaginaria, suspendida entre el pasado y el futuro, podríamos decir onírica, cuya decadencia, a medida que avanzamos en la lectura, nos muestra inquietantes semejanzas con la real. El vuelo de Europa ¿es una comedia, una tragedia? ¿Hacia dónde nos lleva este vuelo?