El Espía de Aviñón y otros relatos lo componen 29 cuentos con varios registros narrativos (breves y largos, de estructura circular, cerrados y abiertos, con suspense o sin él, en primera o tercera persona, etc.), que están resueltos de forma magistral, en los que conviven el tono intimista con una reflexión contante sobre la escritura y la vida. Son herederos del mejor relato hispanoamericano del XX y en ellos lo real y lo ficticio se mezclan de tal manera que a veces el lector duda de su propia realidad.