Todos coinciden en reconocer que, de un modo u otro, los tres supieron ver y señalar alguno de los aspectos ás esenciales del futuro europeo, de ese futuro que ahora es nuestro presente. Pero existe un cuarto pensador, esta vez español, al que los europeos cultos volvieron siempre su mirada a causa de su extraordinaria capacidad de vaticinio tras cada gran convulsión política y social, pero que, sin embargo, no goza hoy de la fama universal de los tres anteriores: Juan Donoso Cortés.