Un presbítero ilustrado, seguidor de las ideas de progreso del reformismo del siglo XVIII y además inventor y pedagogo, todo eso fue Francisco Gabriel Malo de Medina (Villacañas, Toledo 1732-1793). Fundó una escuela inspirada en los hermanos Servitas, y además un orfanato y escuela para los niños más desfavorecidos de este municipio manchego. Pero no contento con todo ello, difundió los principales textos ilustrados y puso en marcha el mismo interesantes inventos (un molino para sacar agua de norias y pozos y un molino harinero) cuyo objetivo era mejorar las rentas de los labradores y jornaleros de la zona. Tras el fracaso de estos inventos prácticos, se volcaría en la tarea educativa, y llegó a publicar una interesante Guía para niños y padres con una serie de consejos para mejorar el rendimiento escolar.