El narrador de “Gracias” llega como prisionero a una isla y es vendido como esclavo; a partir de allí empieza todo lo que el lector espera que suceda, apenas desfasado.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso.
Más información