José Miguel Desuárez no sólo intenta fabricarse (como Leopardi) su siglo, en el que necesita contener lo mejor de los otros todos y de sí mismo, sino que trata de reunir en una alquimia maravillosa de amor a la vida y de milagro, el aire, ese aire que intentan ser sus poemas cantados con emoción, en silencio, en cualquier tiempo, antes que ese amor ´muera en nuestros brazos...´ No abundan en nuestra poesía contemporánea voces celebratorias. José Miguel Desuárez es una de esas pocas tan raras, tan necesarias...