En 1949 veía la luz un pequeño libro que daba a la imprenta Leopoldo Torres Balbás (1888-1960), arquitecto conservador de la Alhambra hasta el inicio de la Guerra Civil. Se integra en una colección lanzada por la Editorial Plus Ultra, responsable de la obra colectiva titulada Ars hispaniae: historia universal del arte hispánico, magna obra en la que él mismo colaboró. Concretamente fue el responsable de la parte dedicada al arte almohade, nazarí y mudéjar, editada en 1951.
Torres Balbás, restaurador de la Alhambra que hoy conocemos gracias a sus desvelos y trabajos, era simismo un enamorado del monumento. Su labor no ha sido en balde, aunque recibiera reconocimiento cuando ya no actuaba en la Alhambra.
La obra es un paseo por el recinto de La Alhambra, un asentamiento humano con fines concretos, ser ciudad palatina, pero al fin y al cabo, ciudad. Y como tal tiene que ser dotada mínimamente de una realidad material. Un espacio hermoso sin que se contraponga el conocimiento y la belleza.
El trabajo está profusamente ilustrado con imágenes, singularmente en blanco y negro. Son un testimonio de esa Alhambra de que nos hablaba García Gómez que él tuvo la suerte de conocer y que ya no volverá: "Había silencio y calma". Los espacios silenciosos, llenos de calma y de luz, que se asomaban a una Granada ya olvidada, vuelven a la escena gracias a la reedición de esta inolvidable obra de tan ilustre arquitecto y honesto intelectual.
