Acercarse a la danza del vientre, como a cualquier otro tipo de danza surgida del norte de África y de Oriente Medio, requiere una cierta predisposición de espíritu, además de un aprendizaje cultural que pasa en primer lugar por la música.
Los antiguos egipcios ya conocían acerca del tema de apuntar los bailes en forma de signos, es decir, que ellos bailaban sobre "unas notas" que estaban registradas de tal forma que permitían a todos leerla, escribirla y practicarla. Esto es una introducción histórica sobre "la escritura" de los movimientos de la danza.
