Y qué tal si te pongo un día cualquiera, cuando te vea indecisa, clavar tus ojos, lentamente, en mi vida, y con la mirada que con tus iris, cada viernes improvisas, mueves la línea curva que lo endereza todo, tu sonrisa.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso.
Más información