"No piensen en reuniones secretas en viejos sótanos. Tampoco en rituales con altares de fondo. Ni siquiera imaginen un salón con olor a naftalina y un grupo de hombres puro en mano. Olviden a Dan Brown. También a César Vidal y a Ricardo de la Cierva. Hace tiempo que los masones en España dejaron de ser fantasmas perseguidos y abocados a la clandestinidad. Fuera conspiraciones y sociedades secretas. Ahora, como mucho, se catalogan como logias ?discretas? que tienen sus propias páginas web en Facebook y que han desparramado sus reglas y ritos por toda la nube de Internet."