ANA RUIZ GUTIÉRREZ, MIGUEL ANGEL SORROCHE
Durante más de 1500 años Oriente y Occidente estuvieron unidos por una serie de itinerarios que permitieron el tránsito de personas, objetos e ideas. Desarrollados por tierra y mar, estos caminos trazados por los grupos nómadas que recorrieron las tierras centrales y las costas de Asia durante siglos, fueron la base de un interambio estable que permitió el contacto entre culturas como la romana y la china. Desde el siglo XIX con el nombre de la Ruta de La Seda, fue el ámbito por el que transtiaron griegos, romanos, bizantinos, persas, musulmanes, mongoles y chinos, constituyendo el primer testimonio de una globalización que integró regiones históricas más allá de las contemporáneas divisiones fronterizas e interrumpida en el siglo XV por tensiones políticas y bélicas.
