Ambientados en los asentamientos y poblados mineros de California, en los tiempos salvajes de la fiebre del oro, los relatos de Bret Harte combinan la ironía y el humor más desenfrenados con una mirada de inmensa ternura en el dibujo de toda una serie de inolvidables personajes característicos del Lejano Oeste: tahúres, forajidos, borrachos y pistoleros, pero también cabareteras, niños enfermos, perros de campamento y clérigos enamoradizos.