Los avances en el conocimiento del cerebro han generado una profusión de libros divulgativos en los que, con el pretexto de la simplificación, los descubrimientos sobre la fisiología cerebral se presentan de forma tergiversada. En este sentido, muchos de estos libros no hacen más que acrecentar nuestra ignorancia sobre el funcionamiento del sistema nervioso. En la presenta obra se realiza una aproximación completamente diferente, en la que se pretende aunar la precisión característica de una publicación científica con un lenguaje asequible para todos. Esta aproximación, rigurosa y amena a la vez, permite al autor afrontar con éxito cuestiones tan aparentemente simples como la razón por la cual nuestra cara es capaz de expresar nuestro estado emocional interno, o abordar asuntos tan complejos como el origen evolutivo de los estados mentales, o el prodigioso diseño sensorial y motor que nos permite movernos en un espacio de tres dimensiones de forma eficaz y automática. El libro, sobriamente bello, se presenta desprovisto de ilustraciones que puedan distraer la atención del lector, pues precisamente a través del lenguaje escrito es cómo mejor podemos aproximarnos a nuestra propia realidad, en este caso desde la perspectiva de nuestro alter ego: el cerebro.
