Todos saben en Córdoba que no se puede ir a las ruinas de Madinat-al-Zahra durante la primera noche de luna llena del año musulmán, porque allí se está celebrando el alarde o gran parada militar de los espíritus, cuando el Califa Abd al-Rahmán III al-Nasir, que ha vuelto a la Tierra para ello desde el Paraíso, pasa revista a los caballeros de su Guardia, que dieron la vida por defender a su hijo y al Califato.