Esta novela comienza cuando un amante del ciclismo en un buen día de otoño del 95 al cabo de 27 años sin dar una sola pedalada, estrena su flamante bicicleta por tierras de la Alcarria. Le acompaña su sobrino de 18 años con todo el ímpetu y la fogosidad que le daba su juventud y la práctica habitual. El, con 46, ya tenía esos valores cambiados. La ruta era llegar hasta Atanzón y volver, y sin sorpresa para el veterano, que dejo hacer al joven, le sacó toda la ventaja que le dio la gana. Así, hasta que, en la última cuesta las fuerzas quedaron casi igualadas. El veterano tenía bien aprendida la lección de cuando con una GAC, sin tener los 16, repartía el jabón del negocio de su padre. A través de esta páginas veremos estas experiencias ciclistas y la formación de el Grupo de Cuatro Caminos, Los Yayos, como cariñosamente lo bautizaron en el club triatlón. Uno de los más importantes de España con treinta años de antigüedad.
