La obra de Soren Kierkegaard no tiene límites de tiempos ni contenidos. Es un extraordinario filósofo que se ha sustraído de la inmodestia de armar un sistema filosófico, y que en cambio ha escrito especies de breves tratados en una prosa de extraordinaria vibración estética que se comprenden como un breviario, y que estremecen a cada uno según el desarrollo personal. Se lo designa a Kierkegaard como existencialista primero, pero su preocupación no fue nunca hacer proselitismo sino expresar su verdad. “Atreverse a ser uno mismo, atreverse a realizar un individuo, no tal o cual, sino está aislado ante Dios, solo en la inmensidad de su esfuerzo y de su responsabilidad, tal es el heroísmo cristiano y reconozcamos su rareza probableö. Si filosofía, de enorme interés, se inscribe en su misma filosofía, y en su propio peregrinar a través del sentimiento, a pasión, el dolor, y los cauces de la filosofía y la religión.