Cuando a mediados de los años 60 inicié las tareas como profesor de matemáticas en Instituto de Bachillerato, utilicé como libros de texto los escritos por los prestigiosos matemáticos españoles Julio Rey Pastor y Pedro Puig Adam. El bachillerato de entonces atendía la educación para infancia y adolescencia, de 11 a 17 años. Estos libros tenían un estilo muy diferente al de los actuales cuadernos para la educación infantil, de guras a colores con instrucciones simplistas, repetitivas, que parecen querer huir de la cultura de la palabra, la frase... en n, de la cultura tradicional del libro. Por contra, Rey Pastor y Puig Adam escribían con frases bien construidas asequibles a quienes estaban dedicadas. En 1969 se publicó Iniciación a la matemática superior editado por Alhambra, S.A. Era mi primer libro y con él pretendía hacer una aportación a la educación matemática.
