Ager Tributarius, biblia iconoclasta de la indigestión que aún hoy nos mantiene vivos a expensas del sometimiento con que la nueva sacralidad, el estado laico, nos regala , nos habla del ADN que lastra y sostiene a la economía: al vientre del criminal. Nos muestra en todo su esplendor el Karma que sustancia y significa a las palabras que mueven el alma de las cosas. Hablo de la nueva esclavitud: del corazón, del cerebro, de la salud que nos sirven en incómodos plazos imposibles de pagar. Un libro alegre y descuartizador para sazonar el desconocimiento que nos constituye.
