Desde la entrada de España en la Comunidad Económica Europea en 1986, la Comunidad Autónoma de castilla la Mancha ha vivido un intenso proceso de transformación económica y social que ha sido especialmente relevante en nuestras áreas rurales. Desde el punto de vista agrario, la incorporación a la Política agraria Común propuesto un nuevo escenario para la agricultura regional que empezó a beneficiarse, entre otros aspectos, de la protección y de la seguridad que suponía pertenecer a un mercado común europeo. Desde un punto de vista territorial, Castilla-La Mancha se ha visto favorecida por la llegada de los Fondos Estructurales por su condición de región Objetivo 1, lo que indudablemente ha motivado una mejora sustancial de las infraestructuras y de los equipamientos en el medio rural. Con esta obra invitamos al lector a comprender e interpretar la dimensión de los cambios y de las transformaciones que ha vivido el mundo rural de Castilla-La Mancha en los últimos treinta años, donde la Política Agraria Común ha jugado y está jugando un papel fundamental.