La propuesta de Heidegger en Ser y tiempo de comprender la existencia humana desde la categoría de la temporalidad cautivó a Watsuji. Por ello, en esta obra, que podría titularse Ser y espacio, el pensador japonés decide abordar el tema de la espacialidad. La geografía y el clima conforman la realidad individual y social (relaciones con la naturaleza, carácter, arte, religión), es decir, su sistema de actitudes y valores. Watsuji analiza los tres grandes espacios climático-geográficos que, según él, configuran las principales culturas: Asia es el reino del monzón, de la humedad; Oriente medio es el reino del desierto y de la sequedad, determinante en la cultura judía y árabe; y Europa es la dehesa, una síntesis pacífica de ambas.