MARIO-PAUL MARTÍNEZ, MIGUEL HERRERO (EDS.)
Un perro andaluz (Buñuel,1929) es una obra maestra, una película esencial para comprender las relaciones entre el arte y la cinematografía del siglo XX. Pero encontrársela, una y otra vez, en textos y documentos, cual ejemplo de este idilio, puede resultar agotador. Parece que hemos establecido una barrera en este caso y en el resto de experimento fílmicos de las vanguardias artísticas, para no ahondar en la fructífera, aunque compleja relación entre el cine y el arte tras 1945. Este libro pretender arrojar algo de luz sobre esa cuestión, mientras examina las derivas y las principales figuras que han compartido las artes y la cinematografía en su trayecto hacia la contemporaneidad. Un camino que afronta las reflexiones de movimientos seminales como la Nouvelle Vague (Godard, Vardà, Marker, Rivette), el Expresionismo Abstracto (Pollock), el Op Art (Vasalery, Albers, Riley) o el Pop Art (Warhol, Morrisey, Lester), cuyos ecos resuenan hasta nuestros días en la obra de artistas y cineastas como Stanley Kubrick, Georgina Starr, Larry Clark, William Kentridge, Tim Burton o Alex Garland.