´Mientras me ocupé de traducir a Mario, terminé por volverlo uno de mis compañeros de vida, cada poema traducido hace una concesión a lo desconocido.´ (Del prólogo, delAdalber Salas Hernández).
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso.
Más información