Viajar en familia es una excelente manera de divertirse y de aprender, pero también de fomentar las relaciones entre padres e hijos realizando actividades conjuntas, ya sea subiéndose a una montaña rusa, practicando senderismo o visitando un museo de ciencia. Las veinte rutas que se proponen en este libro han sido escogidas porque son divertidas, interesantes, didácticas y permiten realizar actividades en contacto con la naturaleza. Se incluyen propuestas eminentemente lúdicas, como los parques de atracciones de Legoland, Disney, Asterix o Futuroscope, pero también actividades al aire libre, como la posibilidad de nadar con delfines en El Algarve o recorrer los senderos de Heidi en Suiza; y otras más didácticas, como seguir los pasos de Harry Potter o la Alicia del país de las maravillas en Oxford, la ruta de los dinosaurios en Teruel o los espacios vividos por los hermanos Grimm o Hans Christian Andersen. También pueden vivir la experiencia de jugar a magos y caballeros en la Bretaña francesa, entre otras muchas experiencias. Son rutas para hacer en coche pero que no implican largos desplazamientos, con el objetivo de evitar el dichoso ¿cuánto faaalta?
