Un boxeador de color que toca la trompeta en una nación marcada por el racismo y que comienza a moverse al ritmo de una música nueva: el jazz; un campeón que sucumbe al ambiente nocturno en el Madrid de los años ochenta hasta convertirse en un juguete roto; un púgil que se da la vuelta al llegar a la frontera y, desobedeciendo los consejos que ha recibido de sus amigos, decide quedarse en un país inmerso en la dura represión de su posguerra para encontrar su sitio, y, cerrando la cuarta cuerda de este cuadrilátero narrativo, la relación imposible entre un joven con talento para el ring, una mujer fatal y un gángster que domina la ciudad con puño de hierro. Estas son las cuatro nouvelles que forman Cuarteto de cuerdas , un libro donde los más dotados no son siempre los mejores, y los directos y los ganchos no duelen tanto como las conjuras de los necios. A partir de distintas estructuras narrativas, estas historias, ambientadas en el mundo del boxeo, reflexionan sobre aspectos de la condición humana inherentes a nuestra existencia: el éxito, el amor, el dolor, la frustración, la familia, el orgullo, la superación individual y los obstáculos que separan a los hombres de sus sueños y convierten sus anhelos en derrotas épicas. Estas páginas hablan de la necesidad de crear héroes y de que los héroes muchas veces no son los que figuran con grandes nombres en las páginas de la historia, sino personas corrientes que actúan rigiéndose por sus principios, aceptando las consecuencias y asumiendo su destino con todos sus errores y aciertos. Boxeo, música, corrupción y crímenes circulan por este libro sobre el éxitoy el fracaso, la lealtad y la traición
