Adentrarme en Defendiendo lo indefendible me hizo sentir como si me sometiera de nuevo a la terapia de choque con la cual el difunto Ludwig von Mises, hace más de cincuenta años, me hizo un ferviente partidario del mercado libre. Incluso ahora me muestro incrédulo en algunas ocasiones y pienso ´Walter está llegando demasiado lejos´, pero al final caigo en la cuenta de que tiene razón. Algunos lo encontrará una medicina un tanto fuerte, pero les hará bien, pese a su sabor amargo. Un verdadero entendimiento de la economía exige el desengaño de muchos profundos prejuicios e ilusiones. Las falacias de la gente, en lo que concierne a la economía, suelen expresarse en forma de prejuicios infundados contra otros oficios, y, al mostrar la falsedad de esos estereotipos, Walter está haciendo un gran servicio, pese a que no vaya a aumentar su popularidad entre la mayoría.