Las cualidades primordiales del rayo amarillo son la sabiduría, la iluminación, la comprensión y el discernimiento. En la frase «quien sabe más actúa mejor» encontramos una buena descripción de lo que pueden lograr las cualidades del segundo rayo: ayudar a las personas a ‘saber más’ y a actuar a partir de una conexión más íntima con su Yo Superior y, por consiguiente, a ‘actuar mejor’. La acción del segundo rayo también se refleja en el término «era dorada», el cual hace referencia a cualquier época en que la sabiduría y la iluminación de la mente crítica dirigen las acciones de las personas.