A PARTIR DE 5 AÑOS. No todos los abrazos son iguales, como tampoco lo son los tiempos que nos tocan vivir a unos y a otros. En este caso, el protagonista nos relata cómo siendo aún muy niño, da un paso al frente con el convencimiento de que hace lo más honesto para sí mismo y para los que lo rodean. No en vano, a la señal de un inesperado abrazo que «no fue el más largo, ni el más tierno , ni siquiera, el más intenso», la comprensión queda garantizada bajo el auspicio de una maestra ejemplar y en el marco de unos inspiradores DÍAS LUNÁTICOS.
