En sus últimos años Federico García Lorca trabajará dentro del terreno de la poesía en dos únicos libros: Diván del Tamarit y una malograda colección de sonetos. Ambos verían la luz de manera póstuma en 1940 y 1983 respectivamente. El Diván es un tributo lorquiano a la poesía arábigo-andaluza, a sus propias raíces, versiones poéticas de la ciudad de Granada que se extiende al paisaje, un jardín inmenso que cobra mucho protagonismo junto a los dos ejes que lo vertebran: el amor y la muerte. Es el único poemario que Lorca concibió como tal y el más importante de su última etapa de creación poética. De su segundo libro proyectado sólo se conserva un puñado heterogéneo de sonetos donde un grupo cerrado de poemas se diferencia del resto: los conocidos como Sonetos del amor oscuro. Temáticamente manifiesta un amor atormentado, desde la frustración y el dolor, pero también desde una pasión martirizadora.
