Miranda Wells tiene dieciocho años y es la hija de un granjero en la América profunda. Aburrida de su vida en la granja, al recibir la invitación de un pariente lejano en Nueva York, Nicholas Van Ryn, para que se mude a su casa, se entusiasma y lucha por convencer a su madre y a su padre, para que le permitan ir. La oportunidad de vivir en Dragonwyck, una gran mansión, el magnetismo que el misterioso Nicholas ejerce sobre ella y su modo de vida le parecen un sueño. Sin embargo, bajo las torres góticas de Dragonwyck, sus jardines en flor y las granjas de los arrendatarios se esconden terribles secretos.