Todo transcurre en pocas horas, en una finca noble. Y nobles son también los protagonistas: una nobleza desolada, pero capaz aún de ocultar la angustia tras de una mirada contenida y elegante, como si aguardara una catástrofe ineluctable.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso.
Más información