Engracia Blanco no solo ha escrito, ha vivido desde la palabra poética. No le importaba lo que tantos anhelan, el éxito, como saberse a sí mismo poeta, y buscar en lo que veía, cuando amaba, en sus interminables viajes, descubriendo las injusticias, las intolerancias, y sobre todo la vida sencilla, esforzada, de tantos seres humanos como se encuentran en las tierras y pueblos de España, la palabra poética. Este libro se compone de ocho breves poemarios que constituyen el ser del poeta. Y ser del poeta es al tiempo al existir del hombre que vivió bajo la palabra que iba contando su historia, no anecdótica, sino profunda, pasional, crítica, reflexiva, en tan creadora como comprometida búsqueda de la belleza, de la música del lenguaje, del pensamiento y al tiempo del diálogo, ese diálogo que siempre el creador busca con el lector.
