Un libro sobre el celibato de los sacerdotes no es extraño que provoque variadas expectativas y genere diversas objeciones. Desde ellas, el autor trata de articular su reflexión, a la vez que ahonda con una mirada positiva y realista en las implicaciones teológicas, espirituales, eclesiales y pastorales que comporta. Solo entonces se atreve a incorporar metodológicamente el "elemento psicológico" que permite plantear la vida célibe como medio de alcanzar la plenitud humana.