El curso titulado El coraje de la verdad es el último que Michel Foucault habría de dictar en el Collège de France, entre febrero y marzo de 1984. Foucault murió poco tiempo después, el 25 de junio. Ese contexto invita a escuchar en estas clases un testamento filosófico, tanto más cuanto que el tema de la muerte está muy presente en ellas, sobre todo a través de una relectura de las últimas palabras de Sócrates: «Critón, debemos un gallo a Esculapio», que Foucault, con Georges Dumézil, comprende como la expresión de una profunda gratitud a la filosofía, que cura de la única enfermedad grave: la de las opiniones falsas y los prejuicios.