Ángel y Américo Iglesias son dueños de un aserradero en un pueblo de provincia y tienen a su cargo a una hermana menor, obesa y enferma, por la que sienten adoración. Cuando los médicos le diagnostican que va a morir en unos pocos años, sienten que no es justo que ella se vaya de la tierra sin haber conocido el amor y deciden contratarle un novio. Eligen a Enrique Villanueva, un joven que trabaja como empleado de la empresa, hijo de una antigua maestra, relativamente culto y confiable. Celebran un contrato y durante las visitas cotidianas surge algo inesperado, maravilloso y trágico a la vez.