La poesía de Carolyn Forché se desliza por España, El Salvador, Alemania y la Unión Soviética entre campos de concentración, guerras civiles y conflictos enfermizos, no como un grito revolucionario sino como testigo de la atrocidad.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso.
Más información