Conocemos a Camille Claudel sobre todo como la amante del también escultor Rodin. El papel de las mujeres que intentaron trabajar cerca de hombres de gran proyección suele ser una sombra. La autora de esta extraordinaria novela intenta rescatarla de su fantasmal condición. Recrea con una poética libre de sentimentalismos la historia de la joven, una sombra, una extravagante, una exaltada, arrebatada por la vida, por el arte y el amor que no consiguió nunca ser visible para los demás. Un fantasma delicado, bellísimo, sutil, cuya potencia emocional la apartó enseguida de las convencionales sensibilidades que la rodeaban. Por suerte, este libro no vuelve a narrar sólo la consabida historia del tormentoso amor, sino que indaga, literaria y emocionalmente, en los interiores del alma femenina.
