Considerado el testamento de Pierre Bourgeade, es un ensayo sobre el fetichismo en todas sus formas, una confesión exenta de tabúes y de cualquier ánimo de provocación. Con un estilo distanciado y en ocasiones lírico, el autor realiza una radiografía de las prácticas sexuales, empleando para ello diversos géneros literarios, en sus dimensiones artística y sexuales, ilustradas con fragmentos de novelas y relatos y con reflexiones sobre las obras de distintos escritores considerados igualmente fetichistas. Hechizado por el misterio de la naturaleza humana, Bourgeade nos recuerda que todo individuo está siempre atravesado en su interior por un torrente de obscenidades y que el escritor, ajeno a las convenciones e hipocresías, tiene el deber de vaciarse por completo.
