La conquista cristiana de la península ibérica contra los reinos islámicos asentados en el antiguo solar visigodo se llevó a cabo a través de una serie de campañas militares y estrategias políticas que se desarrollaron durante más de siete siglos. La ocupación del territorio que se iba anexionando al territorio cristiano generó una serie de medidas reguladoras entre los reinos cristianos y musulmanes a lo largo de los siglos de conquista. La última etapa de este largo proceso es la protagonizada por la Corona de Castilla y el reino nazarí de Granada entre 1246, año en que se creó el último emirato islámico peninsular, y 1481, fecha en la que se inició la guerra final de Granada, que duraría diez años de sucesivas campañas hasta la desaparición definitiva del poder musulmán en la península ibérica. Más de dos siglos en los que ambos reinos se vieron condenados a una frontera común que hizo oscilar sus relaciones entre la guerra abierta, el juego diplomático y las estrategias políticas. Este libro hace un recorrido por las relaciones castellano-granadinas y las concordias de tregua y suspensión de hostilidades entre ambos reinos.
