Partiendo de las vivencias extáticas que Teresa de Ávila (1515-1582) explica, y usando categorías de análisis histórico, la autora analiza con máximo rigor sus experiencias místicas y visionarias. Examina de qué modo y bajo qué señales corporales y mentales ciertos sentimientos y pensamientos podían ser considerados sobrenaturales en la época. Explora su experiencia visionaria y el modo en que fue juzgada en su tiempo, así como las implicaciones epistemológicas del engarce de ese sentirse conectada al mundo sobrenatural -éxtasis y visiones- con su vida interior considerada como propia y natural. Mónica Balltondre cuestiona, así, la sexualización que la visión contemporánea ha atribuido a las experiencias místicas -sobre todo, femeninas-, en tanto que aborda otra de las dimensiones de la figura: el proyecto de dirección espiritual que Teresa de Ávila propuso para regular sus comunidades.
