En estos trece cuentos de iniciación (1931-49), aparecidos en revistas como Cosmopolitan, Collier's, The Atlantic Monthly o The New Republic, encontramos las huellas digitales del gran John Cheever y su universo particular: camareras, hipódromos o la Gran Depresión. Amigo de Dos Passos y Cummings, elogiado por Capote y Nabokov, se le considera el Chejov de los suburbios y un auténtico clásico de la literatura del siglo XX.